Ayer te vi en el reflejo del agua,
y parecías tan mujer.
Vi tu luz que brillaba tanto como el
sol, eso hizo que mi vista
encegueciera por un instante.
Y de mis ojos salpicaron lágrimas
de amor por vos.
Pero hoy mi corazón esta solitario,
y no hay nadie que lo quiera
abrazar.
La llama de mi alma se apaga poco
a poco, porque tú no me ves,
no me ves, no me ves.
Y la llama de mi alma se apaga
poco a poco porque tú no me ves.
Si pudiera mentirme a mi mismo
lo haría.
Pero hoy esta soledad es más fuerte
porque no me ves, y ya no me dan
ganas de seguir. Porque no me ves,
no me ves, no me ves.
Y este dolor que es muy fuerte, me
debilita día a día. Y ya no me
quedan más fuerzas para seguir.
Cuando la noche se aproxima en
días de invierno feroz, mi fiel
compañía que nunca me engañara;
mi sombra que siempre al lado mío
quiere estar, pero mi corazón te
pide a gritos a vos.
Pero la llama de mi alma se apaga
poco a poco, porque tú no me ves,
no me ves, no me ves.
Datos del Escrito:
Escrito: 21/Junio/2010
Hora: 02:13hs.
Por Leonardo Adrian Delgado
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