viernes, 18 de junio de 2010

Alma Mía

Nuevo día que nace hoy. Diferente a
los demás.
El sol que brilla como nunca se lo
vio.

Primeros rayos solares, que
traspasan la luz de mi alma blanca,
seguido de mi carne, y luego de mis
frágiles huesos.

(Silencio sepulcral, salvo el de la
viva naturaleza)

Oíd el mar, con el rompimiento de
olas y olas que revientan
grotescamente una y otra vez contra
rocas filosas, sedientas de victimas
ingenuas.

Fuerte ventisca seca y polar, que
traspasa mi ser paralizado y alza mi
alma a lo más alto, para que caiga
nuevamente en picada libre hacia
mi cuerpo inmóvil de carne.

Parpadeos en cámara lenta que
fijan la mirada en mi cielo azul, y
ojos que observan lentamente el
paso de las esponjosas nubes, que
rápidamente se desgarran con el
viento, y desfiguran las formas que
en un momento parecieran haber
sido advertidas a simple vista y ya
desaparecieron.

Momento de paralización visual,
que deleito satisfactoriamente ese
instante en soledad, y que
transporto mi ser de luz, un paso
más, hacia la paz.




Datos del Escrito:
Escrito: 17/Junio/2010
Hora: 01:43hs.



Por Leonardo Adrian Delgado

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