lunes, 8 de agosto de 2011

Espíritu de Hiroshima & Amén Hiroshima Amén



-Espíritu de Hiroshima 


Una Mariposa aletea en el aire de la pureza
viva de Hiroshima.
sobrevuela cientos de miles de ojos vivos,
que se expresan con amor, y sin temor.

Risas de niños avivando con alegría cada
rincón sombrío, de aquí hacia allá, y de allá
hacia aquí, con barriletes voladores.

Un coro de aves embeleza el cielo aéreo,
disfrutando de su libertad dulce, dulce
libertad.

Coliflores bailan un sin fin de vals perfectos
entre flores coloridas de savia húmeda,
demostrando efusivamente su felicidad.

Todo era amor, amor oriental, amor a la vida.
Como en ningún otro lado sin igual.


-Amén Hiroshima Amén

El sol fuertemente brillaba, y los ojos de
algunos individuos que lo miraban muy
cegados quedaban.
Siguieron observando, y entre rayos y
rayos de luz, un halcón oscuro apareció,
y soberbiamente sobre un añejado poste de
luz reposo.
Al mirarlo, un frío escalofrío surgió, que en
todo el cuerpo se sintió.

Un motor a lo lejos se oyó, y minutos
después un avión sobre la ciudad sobrevoló.
Observaron que algo se desprendía, y que en
cámara lenta caía.

A cinco mil metros del suelo está, y
descendiendo hacia la muerte va.

Cae, cae y cae.

Y en cada ser hay un ultimo respiro, un
ultimo latido, un último suspiro y un último
parpadeo, para cerrar los ojos.

¡Impacto!

Fin.


Datos del Escrito:
Escrito: 7/Agosto/2011
Hora: 18:25hs.


Por Leonardo Adrian Delgado

lunes, 1 de agosto de 2011

Brillante Eva




Observo mi estrella sideral, que choca
mortalmente al cielo, inundando mi Planeta
Tierra con meteoritos de sangre muerta.

Trate de alcanzar a la Luna estirando mi
alma para salvarme, pero nadie se
encontraba allí para aferrarme.

Una ventisca del más allá traía un susurro
que decía: “¡Amor!”, amor decía.
Observe a mi alrededor y solo mi cuerpo
estaba en la soledad.
De Pronto, un brillo en el horizonte infinito
observe y mi visión matutina perdí, sin poder
ver lo que fue.

(Ceguera Temporal)

Luego de un rato, y ansioso por descubrir
que era lo que brillaba con tanta fuerza,
logre ver con mis ojos entreabiertos e intente
dibujar su silueta en mi mente, y mi corazón
advirtió que era una mujer perfecta, como
Eva. Ella se acerco levitando en paz hacia mi
ser, y mis brazos estire para tocarla, pero el
suelo nos separo, y un río de lava apareció.

Campanas sonaron, y en mis oídos música
del final se escucharon.

(Tin tan, tin tan…)

Triste estaba, y una lagrima mía cayo. Ella
cerró los ojos y dos lagrimas largo. Y la luz
del sol hablo, y un arco iris azul sin igual
apareció y nos unió. Camino sobre él y a mi
se acerco, para salvarme mi mano tomo,
para así llevarme al mundo silencioso de la
eternidad.
Me Abrazo en el cielo. Y una luz surgió, una
grandiosa luz que traspasaba mi pecho y
acariciaba mi corazón, y me dijo en un
murmullo: “Duerme niño, duerme, duerme,
duerme…”.



Datos del Escrito:
Escrito: 28/Julio/2011
Hora: 18:30hs.


Por Leonardo Adrian Delgado