Nuestras almas se hunden en las arenas
movedizas del querer.
Sin pensar, sin pensar en nada de nada,
todo se desvanece y se hunde más y más.
La herida se convierte en la cicatriz del
olvido, como un balazo en el corazón.
El silencio que se hace costumbre, bajo
el sol del atardecer.
Las líneas de las rutas que te llevan a otros
lados sin mirar atrás.
Almas que desaparecen en un maremoto
de dolor.
Palabras que van y vienen y se las llevan
el viento sin amor.
Sarcasmo genital lejos del ser, lejos de todo.
Tú alma que queda atrás, y se aleja
rápidamente y que queda en el olvido de
la eternidad.
Datos del Escrito:
Escrito: 17/Abril/2010
Hora: 17:10
By Leonardo Adrian Delgado
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