Otoño medieval que dispara
ráfagas de dolor.
Y zamarrea a las cansadas y
débiles flores de allá hacia
aquí, de aquí hacia allá.
Para que expulse la excitación
de insectos y aves, y lo haga
volar, volar al más allá.
Tic tac, tic tac, tic tac.
Marchitas ya están.
Y pronto a dormir estarán,
para renacer un día.
Y florecer, florecer más, más y
más.
Datos del Escrito:
Escrito: 9/Marzo/2011
Hora: 04:18hs.
Por Leonardo Adrian Delgado